Jorge Muñoz es un chef peruano destacado por haber hecho su carrera fuera del su país y por dejar en alto la cocina del Perú en el mundo, su pasión por la cocina lo ha llevado a explorar en profundidad el mundo de los sabores y de la presentación artística en cada plato con el propósito de lograr el máximo de su arte culinario.
Para Muñoz “la creatividad es el motor de cualquier cocinero” y esto es lo que lo lleva a perseguir el fin de seguir cocinando. De hecho, el chef confiesa que en la cocina lo que encontró fue un escenario cómodo y tranquilo para dejar volar su imaginación y darle rienda suelta a una creatividad que, en algún momento, pensó que no tenía.
Después de haber sido llamado por la cocina Jorge decidió profesionalizarse y estudió gastronomía en Barcelona y en el Cordon Bleu de París; aunque había empezado a cocinar años atrás, para él su momento de verdadero inicio fue en el 2012 con los hermanos Adriá, con quienes hizo sus prácticas.
Durante años el chef ha explorado técnicas, sabores, olores y colores. Las exploraciones gastronómicas de Muñoz lo han retornado a sus raíces y este retorno lo llevó a preguntarse cuál sería la vajilla ideal para presentar sus platos y honrar la tradición gastronómica de su país.
La complementariedad entre la alta cocina y la vajilla
La complementariedad entre la alta cocina y la vajilla es fundamental para ofrecer una experiencia gastronómica completa y satisfactoria. La vajilla ha dejado de ser el recipiente sobre el cual se dispone la comida para convertirse en parte esencial de la presentación de un plato y de la experiencia gastronómica; la sinergia es tal que el plato ideal puede llegar a mejorar la percepción y el sabor de la comida.
En la alta cocina, donde la presentación es clave, la selección de la vajilla es un aspecto crucial del proceso creativo. Los chefs suelen elegir cuidadosamente cada pieza de vajilla para asegurarse de que complemente visualmente el plato que están sirviendo. Esto puede implicar consideraciones estéticas como el color, la forma, la textura y el tamaño de la vajilla, así como su capacidad para resaltar los ingredientes y técnicas culinarias utilizadas en el plato.
Además de su aspecto visual, la vajilla también puede influir en la experiencia táctil y sensorial del comensal. Por ejemplo, el peso y la textura de la vajilla pueden afectar la forma en que se percibe la comida al sostenerla y al comerla. Asimismo, ciertos materiales de vajilla, como la cerámica o la porcelana, pueden mantener mejor la temperatura de los alimentos, lo que puede ser importante para platos que se sirven calientes o fríos.
La complementariedad entre la alta cocina y la vajilla es una colaboración creativa que busca mejorar la presentación, la experiencia sensorial y el disfrute general de la comida. Cuando se eligen y combinan cuidadosamente, los platos y la vajilla pueden trabajar juntos para elevar la experiencia gastronómica a un nivel superior.
Teniendo en cuenta que para un chef la vajilla es una extensión de su arte culinario y una forma de expresar su estilo y visión únicos del mundo, la posibilidad de que pueda imaginar y luego crear su vajilla ideal es una oportunidad absolutamente emocionante. Esa fue precisamente la opción que abrió Corona a través del proyecto 1200°.
Un proyecto para volver realidad las ideas
1200° Corona es un proyecto para co-crear vajillas personalizadas hechas a la medida en el que trabajan mano a mano ingenieros, artesanos, cocineros y un equipo de profesionales dedicados a hacer sueños realidad y a crear piezas que cumplen con todos los requerimientos técnicos necesarios para llevar a la mesa acabados únicos y de excelente calidad.
En su búsqueda por plasmar su personalidad y carácter en sus creaciones culinarias, Jorge encontró en 1200° Corona la solución perfecta para atender sus nuevos proyectos en Perú. Además, tuvo la oportunidad participar en la creación de su vajilla soñada y de vivir una experiencia única en el taller de experiencias de 1200°.
“Yo lo que encontré en la cocina fue un puente entre mi pasión y la añoranza que tenía por el Perú y fue maravillosos también encontrar este proyecto de 1200° porque pude transformar mis ideas de vajilla a nivel creativo con todo un equipo de profesionales que básicamente hicieron posible mi sueño que yo creo puede ser el sueño de cualquier cocinero o cocinera que quiera plasmar sus ideas y su arte a nivel de vajilla y poder hacer su línea de vajilla propia para su restaurante”, destacó el chef.
El objetivo de 1200° es crear vajillas a la medida con acabados únicos que reflejan el estilo culinario del chef o del restaurante, a partir de entender las necesidades y los deseos específicos de cocineros y amantes de la mesa servida.
Cómo crear la vajilla ideal
Imaginar la vajilla ideal implica considerar una serie de factores, como la estética, la funcionalidad y la coherencia con la propuesta gastronómica del chef. La vajilla debe complementar y realzar la presentación de los platos, a la vez que satisfacer las necesidades prácticas de la cocina y el servicio.
Crear la vajilla ideal puede implicar colaboraciones con artesanos, ingenieros, diseñadores y fabricantes para dar vida a las ideas del chef. Desde la elección de materiales y formas hasta la aplicación de detalles decorativos o personalizados, cada aspecto de la vajilla puede ser diseñado y adaptado para reflejar la visión del chef y mejorar la experiencia gastronómica para los comensales.
La posibilidad de crear su propia vajilla también brinda al chef un mayor control sobre la narrativa y la cohesión de su restaurante o marca culinaria. La vajilla puede convertirse en una parte distintiva de la identidad visual del establecimiento y contribuir a la creación de una experiencia memorable y única para los clientes.
La capacidad de un chef para imaginar y crear su vajilla ideal representa una oportunidad emocionante para la expresión creativa y la mejora de la experiencia gastronómica en su conjunto. Es una forma de llevar la creatividad más allá de la cocina y dejar una impresión duradera en aquellos que disfrutan de su comida.