Si eres amante del vino y de disfrutar una buena comida, saber cómo combinarlos puede hacer que todo sepa mejor. Y es que no se trata solo de servir cualquier vino en la mesa, sino de elegir uno que realmente complemente lo que estás comiendo. Un buen maridaje resalta sabores, equilibra texturas y hace que cada bocado se disfrute mucho más. Aunque parezca complicado, no necesitas tener experiencia para empezar a notar la diferencia; basta con conocer lo básico sobre los tipos de vino y con qué platos quedan bien.
Índice
El vino ideal para cada tipo de comida
- Carnes rojas con un buen vino
- Vino ideal para quesos y charcutería
- El mar combina perfecto con el vino
- Vino para acompañar carnes blancas
- Comida picante con un toque de vino
- Postres y un vino que los complemente
- La comida italiana pega con el vino
- Vino para platos vegetarianos
- Comidas relajadas y una copa de vino
Existen vinos suaves, intensos, frutales, secos, espumosos. Y todos pueden tener su momento perfecto si sabes cómo usarlos. Desde una pasta hasta una tabla de quesos o un asado al horno, cada comida tiene un vino que la puede acompañar de forma deliciosa.
Aquí te contaremos cómo lograrlo y qué tener en cuenta para que tu próxima comida tenga ese toque especial.
El vino ideal para cada tipo de comida
Carnes rojas con un buen vino
Si hay algo que combina muy bien es el vino tinto con la carne roja. Son un clásico que potencian el gusto en recetas como el asado, y al mismo tiempo ayuda a que el plato se sienta más ligero en boca. Es una combinación pensada para disfrutar y compartir en reuniones con amigos o en familia, donde el sabor y el momento van de la mano.
Vino ideal para quesos y charcutería
En una reunión, nunca puede faltar una buena tabla de quesos o carnes frías acompañada de vino. Un tinto joven o un rosado seco son perfectos para equilibrar sabores salados, cremosos o curados sin opacarlos, y además aportan frescura para disfrutar cada bocado con armonía. Es una combinación que siempre funciona y que, sin duda, te hará quedar bien.
El mar combina perfecto con el vino
Los mariscos, pescados o ceviches se disfrutan más con vino blanco seco. Gracias a su frescura y ese toque ácido, este vino realza lo mejor de los sabores del mar y deja una sensación ligera en boca, ideal para platos con mantequilla, un toque de limón o especias delicadas como el eneldo o el cilantro. Es un maridaje infaltable, fresco y con un toque exótico que eleva este tipo de platos.
Vino para acompañar carnes blancas
Muchos prefieren las carnes blancas como el pollo, el pavo o el cerdo magro por su sabor suave y versatilidad en la cocina. Para acompañarlas, los vinos blancos suaves o rosados frescos son una gran elección. Esta combinación permite que los sabores sutiles de la carne no se pierdan, sino que se complementen con un perfil ligero, equilibrado y refrescante. Ya sea en preparaciones al horno, a la plancha o con salsas suaves, el maridaje aporta armonía.
Comida picante con un toque de vino
Los platos con sabores picantes encuentran en un vino semidulce un aliado que refresca el paladar y suaviza la intensidad. Son perfectos para recetas mexicanas, asiáticas o preparaciones con jengibre,curry, ají, condimentos intensos y aromáticas. Una combinación que sorprende.
Postres y un vino que los complemente
Los postres siempre se disfrutan, pero si los acompañas con vino, la experiencia puede ser aún mejor. Un vino dulce va perfecto con tortas, chocolates, postres cremosos o frutas, ya que su nivel de dulzura equilibra los sabores sin quedar opacado por los azúcares del plato. Esta combinación resalta lo mejor de ambos y crea un cierre perfecto para cualquier comida. Si nunca has probado un maridaje dulce sobre dulce, este es un gran momento para animarte.
La comida italiana pega con el vino
La comida italiana maridada con vino es una mezcla que va más allá de la copa. Pastas con tomate, pizzas o lasangas no solo se disfrutan más con un vino tinto ligero o un rosado seco, también es común que el vino forme parte de la receta, como ocurre en muchas preparaciones tradicionales. Estos vinos realzan los sabores sin opacarlos y suavizan el toque ácido del tomate y las especias, logrando un resultado delicioso y lleno de carácter en cada cucharada.
Vino para platos vegetarianos
Platos vegetarianos como salteados, ensaladas o gratinados también tienen su maridaje ideal. Los vinos blancos secos o rosados frescos acompañan muy bien este tipo de preparaciones, ya que aportan ligereza y frescura sin opacar los sabores naturales de ingredientes como vegetales al vapor, legumbres, champiñones o quesos suaves. El vino, con toda su versatilidad, no solo realza los sabores, también se adapta a propuestas sin carne con el mismo encanto.
Comidas relajadas y una copa de vino
No todas las comidas tienen que ser elaboradas para disfrutar con vino. Reuniones informales, como una tarde de sándwiches o pasabocas variados, también merecen un buen vino. Uno con burbujas aporta frescura, anima la conversación y le da un toque diferente hasta a los encuentros más tranquilos.
Un buen maridaje transforma cada momento alrededor de la mesa. Desde un asado con vino tinto hasta un ceviche con vino blanco o una tabla de quesos con vino rosado, cada combinación se disfruta más cuando está bien pensada. Conocer estas armonías te ayudará a elegir mejor tus vinos y a sacar el máximo provecho de cada comida.