Las flores comestibles han pasado de ser un detalle decorativo a convertirse en verdaderas protagonistas en el mundo gourmet. Aportan un toque sutil, elegante y llamativo a una amplia variedad de platos: desde ensaladas frescas y postres delicados hasta platos fuertes con un enfoque creativo. Además de su belleza visual, ofrecen matices de sabor, texturas interesantes y aromas únicos que enriquecen la experiencia culinaria más allá del gusto.
Índice
- ¿Qué flores se utilizan para decorar la comida?
Cada vez más chefs y amantes de la cocina las incorporan en recetas gourmet, repostería artística y cócteles. Sus colores vibrantes captan la atención, mientras que su delicadeza invita a explorar nuevas combinaciones.
Si quieres aprender a usarlas, ya sea en una cena especial o simplemente para cocinar con estilo desde casa, aquí te compartimos qué tipos de flores son comestibles, en qué recetas quedan mejor y cómo elegir los colores ideales para lograr un emplatado inolvidable.

¿Qué flores se utilizan para decorar la comida?
Las flores comestibles más comunes y seguras para decorar platos son aquellas que, además de aportar sabor, realzan la presentación con sus colores vibrantes y formas delicadas. Se pueden consumir crudas o cocidas, y son ideales para dar un toque especial a ensaladas, postres, bebidas y platos principales. Algunas de las más populares y versátiles para embellecer cualquier comida son:
- Violetas:
Las violetas son flores pequeñas y delicadas, con tonos suaves de púrpura y lila que aportan un toque visual estético y elegante. Su aroma ligero y dulce acompaña los sabores del plato sin opacarlos. Gracias a su forma y tamaño perfectos, le dan a cualquier preparación un detalle elegante y atractivo.
En la cocina, se usan sobre todo para decorar tortas, mousses y cócteles, transformando platos sencillos en algo especial.
- Capuchinas:
Con sus vibrantes colores naranja, rojo y amarillo, las capuchinas son flores perfectas para darle vida a cualquier plato. Su sabor tiene un toque ligeramente picante con matices a mostaza, lo que las hace ideales no solo para decorar, sino también para aportar un sabor diferente.
Son muy utilizadas en platos frescos como ensaladas, ceviches o tartares, donde resaltan los sabores naturales y aportan un toque de color y frescura.
- Rosas:
Amadas por muchos, las rosas no solo son clásicas y elegantes, también son comestibles y muy valoradas en el mundo de la repostería y la coctelería. Aportan un aroma delicado y un toque visual que puede transformar un postre o una bebida en una experiencia sensorial completa.
Sus pétalos, que varían en color y tamaño, se utilizan para decorar pasteles, macarons, helados y cócteles sofisticados.
- Flor de saúco:
La flor de saúco, pequeña y de un blanco delicado, es una de las favoritas cuando se busca decorar con elegancia sin recargar el plato. Tiene un aroma fresco y suave que acompaña muy bien tanto preparaciones dulces como saladas, sin alterar el sabor principal.
Es muy utilizada en postres como gelatinas y mousses, así como en infusiones y cócteles donde se busca resaltar la frescura y darle un aire sofisticado a la presentación.
- Caléndula:
Con pétalos vibrantes en tonos amarillos o naranjas, la caléndula es muy valorada en la cocina por su color y su sabor suave, con toques cítricos o ligeramente picantes. Al secarse, sus pétalos pueden dar un tono similar al del azafrán, lo que la convierte en una alternativa decorativa y natural.
Se utiliza en arroces, sopas, risottos, ensaladas, panes y galletas, aportando color y un toque fresco a cada preparación.

- Borraja:
Con sus flores azul violeta en forma de estrella, la borraja destaca por su belleza y su sabor fresco, muy parecido al del pepino. Es ideal para dar un toque delicado y diferente a platos fríos.
Se usa principalmente en ensaladas, gazpachos, sopas frías, aguas saborizadas, cócteles e incluso como topping en canapés, aportando frescura y un contraste visual llamativo.
- Lavanda:
La lavanda es una flor muy valorada en la cocina por su aroma floral, fresco y relajante, así como por su sabor suave con toques dulces y ligeramente cítricos. Su uso debe ser moderado, ya que en exceso puede resultar invasivo.
Es ideal para postres como helados, galletas, panes dulces, tortas e infusiones. También se incorpora en bebidas refrescantes, cócteles y jarabes aromatizados.
- Begonia:
Las begonias no solo son apreciadas por su belleza, sino que también son comestibles. Sus pétalos tienen un sabor fresco y ligeramente ácido, similar al limón o a la manzana verde, lo que las hace ideales para dar un toque inesperado y refrescante a los platos.
Son perfectas para decorar ensaladas, postres frutales, tartaletas, cócteles y aguas saborizadas, ya que su color intenso (rojo, rosado o blanco) resalta en cualquier preparación y aporta una nota cítrica.
Ahora que conoces algunas flores comestibles y cómo usarlas, recuerda que la presentación juega un papel fundamental. Con Vajillas Corona, realza lo que hace únicas tus preparaciones, destacando cada detalle con elegancia y estilo. Porque cuando todo se ve tan bien como sabe, el momento se vuelve inolvidable.